Un gatito de tres o cuatro meses es sumamente sensible y delicado a cualquier cambio en su traslado a su nuevo hogar, por lo que la entrega del cachorrito a su nuevo propietario, se debe llevar a cabo con sumo cuidado, esta siempre se debe hacer PERSONAL; es decir, bien que lo recoja el nuevo dueño en el criadero o que el propio criador se lo lleve a su destino. De esta manera evitaremos el gran trago que le produce al gatito el viajar entre 12 y 15 horas metido en un transportín rodeado de otros animales entre los que viajan perros los cuales pueden ocasionar un gran trauma si estos van ladrando o llorando durante el viaje; además de los peligros que conlleva el poder incubar en el viaje cualquier infección o contraer parásitos de otros animales que no viajen en buenas condiciones higiénicas o de salud. A esto le tenemos que añadir los traslados, de casa a la agencia de su origen, de la agencia a otros puntos intermedios donde tiene que volver a ser cambiado de vehículo, en el camino con frecuencia son de nuevo trasladados a otros vehículos de enlace y una vez llegado a su destino, de nuevo más embarques de un vehículo a otro hasta que por fin llega a casa de su nueva familia. Para que se hagan una idea, un gato enviado por ejemplo de Badajoz a Barcelona, tarda mínimo 15 horas desde el momento que se lleva a la agencia de recepción ya que hay que entregarlos antes de las 5,30 aproximadamente y hasta las 9 0 10 de la mañana siguiente no es entregado en su destino, esto es una barbaridad.